BUHONEROS DEL DÓLAR
CADIVI es una industria. En el preludio de los bolívares fuertes, la gente viaja para raspara como cotidianamente se dice y revender dólares. Lejos de las aceras, el control cambiario ha seducido otra cadena de la economía informal.
La gente está buscando dólares, van y vienen tras las divisas. Los llaman hasta nuevos buhoneros. Los 1,2 millardos de billetes verdes que los venezolanos facturaron en el exterior durante 2006 se triplicaron a más de 3,5 en un año. Y si las cifras no hablan solas, en las agencias de viajes, los aeropuertos y hoteles foráneos confirman lo que ya es una noticia más que conocida: un sector de la población está viajando para aprovechar o hasta negociar la asignación de dólares que el Gobierno garantiza fuera de nuestras fronteras.
"El aumento ha sido enorme, más de 50% de las habitaciones del Hotel Roma de Panamá por ejemplo, están reservadas a venezolanos". Algunas de las operaciones "se triangulan con la zona franca del Canal". Se trata de "un secreto a voces bien conocido en Panamá". Pero también en Miami, Cartagena, Bogotá, Quito, Lima, Araba, Curazao, Bonaire y Puerto España con un sin fin de destinos que les proporcionamos a los viajeros que quiere traer dólares.
Los vuelos que empezaban en un mes y terminaban el siguiente se convirtieron en tesoros que permiten sacar dos veces los dólares en efectivo que el Gobierno autoriza cada 30 días en el extranjero. Hubo hasta quienes sacaron tarjetas de crédito a abuelos o empleados para incluirlos en una red que compra y vende cupos de CADIVI entre 4 y 6 millones de bolívares.
Sólo en enero, el sector aeronáutico facturó 103 millones de dólares en boletos al exterior, más del doble de las ventas registradas en el mismo período del año pasado. Los reportes de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional proyectan que el país cerrará con un movimiento de 1, 5 millardo de dólares en pasajes internacionales. Por eso no quedan viajes a Panamá hasta el 20 de enero. "¿Cómo puede crecer un mercado en 100% y no colapsar?", pues comerciar con monedas extranjeras es delito en Venezuela, pero "Mister Dólar", "Buscando marañas" y "Viva el control" son algunos de los seudónimos que publican en Internet una bitácora de vuelo que llega a varios de los puntos de venta que permiten adquirir el cupo de dólares, a cambio de una comisión que va de 15% a 30%.
Nuestro Barril de Petróleo
Maleta en mano, volvió al aeropuerto Internacional después de un viaje para cambiara sus divisas. El nombre se lo reservó pero para que todo quedara claro, comentó que esta semana también ingresó a las filas de venezolanos que negocian el llamado cupo CADIVI. ...Comento que hacía 25 años que no respiraba el aire de otro país, pero una oferta que prometía 4.200.000 bolívares por viajar lo hizo llegar a Curazao acompañado de una amiga, una persona que en su vida había visto y el organizador del viaje, a quien conoció en la casa de una familia. "El hijo mayor de esa familia me preguntó dónde vivía y si tenía otras tarjetas de otro entidad bancaria para pedir una tarjeta de crédito", cuenta. "Me dijo que si me quería ganar unos realitos y yo respondí que claro; ¿a quién le amarga lo dulce?". Así empezaron cinco meses de trámites en los que sacó pasaporte y tarjeta de crédito.
No tiene quejas de la experiencia, tampoco de las personas que lo acompañaron en un viaje en el que otro pasaba su tarjeta de crédito por casinos, hoteles cinco estrellas, tiendas y cajeros automáticos. De hecho, las muchas ofertas de compra de divisas que últimamente ha encontrado lo animan a que el próximo año repita una operación que es ilegal, según la Ley de Ilícitos Cambiarios. Ella, sin embargo, está convencida de que hacer uso de su cupo no tiene nada de malo. "Es algo que concibo como un desquite", se opone al control cambiario y a la solidaridad que el Gobierno nacional tiene con otros países. Por eso no tiene reparos en decir que el cupo de CADIVI es algo así como "nuestro barril de petróleo". Advierte que llegó al país con facturas que sustentan los consumos que están a su nombre. La persona que lo llevó al Caribe conoce el negocio, está acostumbrada a prepagar las tarjetas de sus "clientes" y buscar recibos. De todas formas, no teme represalias: "Yo tengo 54 años, una mujer de mi edad no puede tener miedo".
Está seguro además de que el Gobierno sabe cómo se mueve el mercado paralelo. Hay que aprovechar, añade, porque cree que en cualquier momento restringirán los mecanismos para consumir divisas. Advierte, no obstante, que la lupa no debe mirar hacia ella. "¿Y Antonini?", pregunta en alusión al caso de la maleta de 800.000 dólares. "Esto es como un sancocho, hay los que quieren servirlo en un platico y los que piden toda la olla".
Because you asked for it
Sin embargo, las restricciones vienen impulsadas por la necesidad del Gobierno de reducir los ilícitos cambiarios que se han presentado con el sistema actual. No olvidemos, sin embargo, que el sistema actual lo implantó el Gobierno actual, y que antes de ese sistema usar tarjetas de crédito para consumir en el exterior no era ilegal. Es el sistema actual el que estableció el ilícito cambiario, por las razones que fueran y por muy buenos y necesarios que sean los motivos para tener un control de cambio. Quizás hay algún principio jurídico que establece que no te puedes quejar de lo que tú mismo hiciste, pero no importa: en todo caso ya hay recursos interpuestos ante el Tribunal Supremo de Justicia por esta razón. Fun for lawyers.
Asimismo, vender y comprar dólares en Venezuela está restringido. Si usted quiere viajar, puede solicitar dólares en efectivo, y puede usar su tarjeta de crédito para hacer un adelanto de efectivo de dólares por mes, además de hacer pagos con la tarjeta. Si sobran dólares y se vuelve a Venezuela, se deben vender por ley a un monto fijo, ligeramente inferior a 2150 VEB (2,15 VEF). Con esta sencilla medida, en muy poco tiempo se volvió casi imposible conseguir un billete verde en Venezuela, y como cualquier producto en una sociedad de consumo como la que lamentablemente y a pesar de todo el aparataje seguimos siendo, el dólar se volvió un producto cotizado casi 2,5 por encima del precio oficial. Entonces, algunas personas que traen dólares de sus viajes a Venezuela lo hacen para venderlos y obtener la ganancia en moneda local. Digo algunas porque nadie sabe si son muchas o la mayoría, simplemente porque a nadie le había interesado hasta ahora.
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