RETORICA Y APOLOGIA
Hacia una nueva educación bolivariana ¿Mito o Realidad?
Después del pasado 10 de Marzo del 2008, el Presidente de la República en el acto de Presentación del Nuevo Currículo del Subsistema Educativo Bolivariano manifestó en su discurso: ¡Niños! ¡La tierra es plana! ¡No crean más en los embustes del imperialismo, que desde Colón nos quiere hacer creer que el planeta es esférico! El socialismo del siglo XXI y la educación bolivariana en todas las escuelas, demolerá finalmente las patrañas colonialistas, y demostrará que la Tierra es plana, horizontal, igualitaria, socialista y fraternal. No habrá ni arriba ni abajo, ya no más ricos y explotados, ya no más Norte y Sur, sino todos iguales en la miseria, la ignorancia y sumisos al Emperador I, Majestad Bolivariana de las Américas.
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ha conformado el Consejo Presidencial Moral y Luces, bajo la dirección de Adán Chávez, Ministro del Poder Popular para la Educación, organismo encargado de diseñar una nueva propuesta educacional.
Transformar el modelo educativo nacional en un auténtico sistema educativo bolivariano, teniendo como raíz fundamental los pensamientos que dejaron durante su actuación histórica Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora es el objetivo primordial del tercer motor constituyente Moral y Luces.
En principio, estoy de acuerdo con la formación de un "continuo humano", la contextualización de la educación y el desarrollo de técnicas de desarrollo de la inteligencia que se plantean. Pero ninguno de estos conceptos es creación del actual Ministerio de Educación, por lo que no es necesario etiquetarlos con el adjetivo "bolivariano". Pero eso sería lo de menos.
El Ministro de Educación habla de la "filosofía política" que llevará a la sociedad a alcanzar la "felicidad plena". ¿Cómo se define la "felicidad plena"?... ¿Quién define la "felicidad plena"?... ¿Cómo queda el derecho al libre pensamiento si a la postre es potestad de una elite ministerial y revolucionaria definirla?...
Por otro lado, el ministro habló de la escuela como una "nueva institución de la revolución" para formar "republicanos". ¿"Republicanos" que defiendan, como dicen los partidarios del régimen, "con hambre y desempleo", "con sus vidas", "hasta el último aliento", la "revolución"? ¡La escuela no puede tener como finalidad sustentar un proceso totalitario, en el que haya una sola idea, una sola voz, un único líder! ¡La escuela no puede ser un centro de adoctrinamiento! ¡La escuela tiene que formar por y para la libertad, porque de otra manera se pierde su esencia y razón de ser! ¡La escuela no puede ser un centro de adoctrinamiento!
¿Y cómo encajamos dentro de esa formación quienes no estamos de acuerdo con ella?… ¿Es ésa la cacareada "participación" de los ciudadanos en los proyectos?... ¿Cómo habla entonces el Ministro de una escuela para "la paz, la tolerancia e inclusión" si la propuesta ya es exclusiva de por sí, porque excluye a millones de ciudadanos que ni creemos ni queremos ese tipo de modelo educativo, ni la "revolución"? Chávez habla de pasar del sistema individualista y competitivo al sistema de "ser social". ¿Por qué siempre es "en vez de", y no "además de"?... Se pueden formar personas individualistas y competitivas, que además tengan profunda conciencia social.
También me deja con enormes dudas la viabilidad del proceso: ¿en cuánto tiempo se pondría en marcha un sistema con esta atención individual? ¿Han considerado que sobretodo en la primera etapa hay que suplir además de las carencias de libros y comida, las carencias afectivas? ¿De cuántos niños por aula estamos hablando? ¿Cuánto tiempo llevaría transformar y construir para todo el alumnado venezolano esas escuelas integrales? Sólo una cosa me quedó clara: cuando la política entra por una puerta en el aula, por la otra salen la excelencia, los conocimientos y la paz.
En el olvido ha quedado como preparar a Venezuela para hacerla más competitiva, como formar su capital humano para insertarlo en el acelerado proceso de innovación técnico-científica que se está desplegando en el mundo globalizado del siglo XXI, la verdadera revolución. Específicamente, sus decisiones en materia educativa no van en la dirección de dotar su capital humano de una preparación de alta calificación, para alcanzar los niveles de excelencia necesarios para desarrollar al país más allá del circunstancial maná petrolero.
La creación a granel de centros universitarios, en los que la mayoría de las carreras no están homologadas, la eliminación de las pruebas de aptitud académicas para ingresar a las casas de altos estudios, así como la actitud retaliatoria hacia la educación privada; son ciertamente indicios de que desde la cúpula gubernamental no se entiende que la educación masiva y de calidad no sólo es un medio para la superación individual y social, sino que es el mecanismo indispensable para formar personas capacitadas para actuar con éxito en la sociedad de la información y de la nuevas olas de innovaciones.
Solución del Mito
Venezuela no puede pretender competir a nivel mundial con una educación de tercera, Venezuela no puede seguir considerándose un país rico porque dispone de una renta petrolera, una concepción que antecedió a la economía “clásica” inglesa. Venezuela debe emprender el camino de la única revolución que la salvará de la decadencia, que no es otra que abrir las compuertas a la búsqueda de la excelencia, incluyendo como punto clave al sistema educativo. Como se puede apreciar hoy la sociedad venezolana, y particularmente entre los responsables de políticas públicas de educación, aparte de ciertas declaraciones retóricas, no se percibe la urgencia ni la preocupación por el inevitable rezago que ya padecemos en nuestra educación. Hoy el mundo se encuentra en un quiebre civilizatorio por el cual, el futuro ya no puede ser imaginado como continuidad de lo que más o menos conocemos del pasado. Diversos detonantes, la ciencia y la tecnología los principales, están produciendo transformaciones profundas en todos los planos de la vida.
Chávez, quien preside la comisión del Nuevo Diseño Curricular, expresó que la idea es «transformar el sistema educativo que durante años estuvo secuestrado y esta seguro de que el nuevo modelo le brindará al pueblo venezolano la verdad auténtica de la historia así como un conocimiento pleno de nuestra realidad, algo que no lo hizo la vieja República». Subrayó que la nueva educación será para todo el pueblo en todos los espacios, para avanzar hacia el socialismo y la construcción de la patria que soñaron los libertadores de Venezuela.
Dijo que el plan de acción estratégico del Consejo Presidencial es que el Nuevo Diseño Curricular para la Educación es diseñado para dar respuesta a la riqueza social y a la formación de un nuevo ciudadano y una nueva ciudadana afín con el modelo de sociedad propuesto, respondiendo con ello al nuevo modelo de desarrollo social, político, cultural y económico que lo sustenta. Ello, le demanda una nueva concepción del proceso educativo, orientado por un modo de vida que centra su fuerza y su empuje hacia el desarrollo del equilibrio social, a través de las luces y las virtudes sociales, el trabajo liberador, la cohesión y equidad territorial y la conformación de un mundo multipolar; para la reconstrucción de la sociedad sobre nuestras propias raíces libertadoras, desde una concepción humanística, ambientalista, intercultural e integracionista, impregnada de una energía popular y espiritual. Además, dicho proceso se fundamenta en una férrea identidad venezolana y una conciencia ciudadana de soberanía, que reconoce sus derechos y responsabilidades en el carácter participativo, protagónico y corresponsable que se expresa en el ámbito social, en la gestión pública y en el respeto y valoración a la diversidad étnica y cultural.
Hoy, la riqueza social es fruto, principalmente, de la materia gris, resultado de la producción expansiva de conocimientos y tecnologías que permean toda actividad social y son remplazadas, como sus productos, a ritmos crecientes. Todos los procesos se aceleran y también el conocimiento científico eleva su tasa de obsolescencia, de allí que la consigna sea "aprender a aprender". Una de las tareas más importantes que se tienen pendiente es ir haciendo una sociedad más pensada y estructurada en función del conocimiento y la información. Esto implica impactos en todos los ámbitos de la sociedad: desde el modo de definición de las prioridades y la asignación de recursos privados o públicos, hasta los sistemas de remuneración del trabajo; desde los criterios para la asignación del crédito, hasta la organización de las plantas industriales; desde la política de exportaciones hasta la organización, funcionamiento y contenidos de la escuela básica.
Sin embargo, el problema común a todos los educandos en formación, es que tendrán que ser catapultados hacia un futuro que, en gran parte, es poco visible. Es como disparar hacia un blanco móvil y semioculto. Para saber lo que se debe ensañar en la escuela, lo más importante es hacerse una idea del blanco al que se debe apuntar, es decir, cómo será la sociedad del mañana. Y qué tipo de competencias serán requeridas de los jóvenes para entrar en el mundo del trabajo.
Uno de los problemas consiste en que las profesiones del mañana ni siquiera están claramente definidas. En nuestro país se estima que la mitad de las profesiones que desarrollarán los muchachos que hoy entran en la escuela, ni siquiera existen en este momento, es decir son ciudadanos imprevisibles, lo que evidencia la necesidad de aprender a ser flexibles, a resolver los problemas con pragmatismo, a actualizarse continuamente, adaptarse a los cambios para reconocer y aprovechar las nuevas oportunidades. Pero adicionalmente, será necesaria una consistente formación en valores y la perspectiva ética que ayude a estimar críticamente los cambios cuando nada parecerá estable.
Pero la realidad palpable es que la escuela no se erige dentro de esas bases, entonces, en un centro del quehacer teórico-práctico que no se perfila la integración a las características sociales, culturales y reales del entorno de cada ciudadano; en el cual los actores sociales inherentes al hecho educativo dialogan, reflexionan y discuten sobre el sentir, el hacer y los saberes acumulados, pues una cosa es el discurso bolivariano y otra la actuación del mismo de construir conocimientos más elaborados que den respuesta a la comunidad y su desarrollo.
La nueva revolución educacional bolivariana debe tener como principal objetivo la búsqueda de la “desasignaturización” del currículo, tema de la educación que reduce la aprobación de nuevas asignaturas más científicas y menos bolivarianas. De esta manera, sino se toma en cuenta, el conocimiento se da de manera fracturada. Los educandos no podrían percibir la integralidad entre la ciencia y el bolivarianismo, cuando todos sabemos que el mundo es una totalidad integrada y buscando el aprendizaje y el desarrollo integral de los educandos. ¿Será entonces lo que busca el Ejecutivo Nacional?
Pues, para dotar de coherencia a las diferentes actuaciones individuales y particulares con las que tiene que enfrentarse día a día un docente y cualquier ciudadano que no esta involucrado o no es bolivariano, no podría superar posturas individualistas y antisolidarias, dando paso a una visión más global de responsabilidad que cada uno tiene en el quehacer educativo. Al asumir el Proyecto de la Educación Bolivariana el actual sistema democrático no se puede caer en el error de asumir la transformación de la Educación, requiere tiempo y trabajo personalizado, consecuencia, ni mucho menos sería preferible reservar la "educación" para la tarea que realizan los padres y usar la palabra "instrucción" para referirse a la tarea de la escuela. Pero éste no es el único argumento en contra de este uso de la "educación". El otro proviene del carácter integral del proceso educativo. Esto lo diferencia del instructivo, que puede ser imparcial. La identidad cultural en su sentido más profundo, es enteramente un valor intrínseco, pretendiendo destinar recursos y esfuerzos para rehabilitar la educación ya marcada por el racismo y no hacer realidad una educación intercultural, invisible en su estado de gestación.
Excelente mi querido Richard, very good Job
ResponderEliminarmuy bueno, yo voy a tomar las palabras de Antonio Pérez Esclarín un reconocido intelectual venezolano cuando dice " para acabar con la pobreza educativa hay que acabar primero con la pobreza de los educadores" solo con hacer una simple comparación del salario y de los beneficios que gozan otros gremios como por ejemplo los militares con los de los educadores, nos damos cuenta que con el nuevo sistema educativo que esta imponiendo el gobierno bolivariano se busca es adoctrinar al pueblo, en vez de transformar la educación en una educación de calidad y como se puede hablar de igualdad cuando los estudiantes de universidades bolivarianas tienen privilegios que no tenemos los estudiantes de otras universidades como la upel los cuales varias veces hemos sido rechazados en las zonas educativas por no llevar puesta una camisa roja rojita
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